ÁFRICA
UN MACHIBOMBO es un medio de transporte que se ocupa en un lugar de África llamado Mozambique. Lo interesante de este vehículo es que es una miniván generalmente de color blanco que va con la puerta semi abierta mientras este se desplaza. Si tienes suerte encontrarás un lugar para sentarte bien pegadito a alguien o bien por lo incómodo de este, puedes encontrarte con una caja de gallinas al lado tuyo o alguien que se sienta sobre ti por falta de espacio. El machibombo es apretado, incómodo y no hay un perfume precisamente ambiental de agrado, rezas por llegar al hogar sano y salvo y sin saber cómo y a qué hora llegarás a tu destino. Como está muy lleno, la puerta no logra cerrarse y lo más probable es que alguno de los pasajeros vaya prácticamente colgando.
Es tragicómico lo sé, y claro, cada uno evalúa lo que entiende como experiencia de viaje, pero cuando se emprende una travesía de cualquier tipo, nuestros sentidos se abren al mundo de lo diferente y la adrenalina siempre estará presente, es una experiencia nueva.
EL AVIÓN que me trajo de regreso a Chile estaba lleno de pasajeros y justo había ocurrido el impactante terremoto del año 2010 que cobró varias vidas a su haber. Estaba con mis dos hijos y maletas. Era difícil encontrar un cupo en el vuelo, permanecía con mis retoños en brazos. Le dije a la encargada que como sea me tenía que subir al avión y que era de suma urgencia llegar a mi país por la situación actual que este estaba viviendo, el terremoto.
Así fue cómo y con mucho esfuerzo emprendí vuelo. La primera parada fue en Antofagasta, aeropuerto de campaña, ahí descendimos y nos revisaron nuestro equipaje, para luego continuar el trayecto a destino.
SANTIAGO: LA LLEGADA
Llegamos a la capital, el aeropuerto estaba cerrado, destruido por este mega terremoto. Al bajar del avión el personal de abordo arrojó todas las maletas de los pasajeros al suelo y con unas linternas alumbraban el equipaje para que nos las lleváramos rápidamente y saliéramos caminando con ellas al encuentro de un bus de acercamiento, todo esto bajo el firmamento estrellado.
Llegamos a casa donde encontramos a mi madre durmiendo en su auto, tenía miedo de entrar a su habitación y que se desplomara el techo contra su cabeza. Se quedó pernoctando en el vehículo varios días hasta que le dio un tremendo resfriado y no tuvo más remedio que volver al interior de su casa, entrar a su pieza, acomodarse y tratar de conciliar el sueño.
REMEMBRANZAS
Recordando aquellos tiempos de antaño en que viví en África cuando pequeña, me acordé de aquella vez que fuimos de viaje a Iñambane, una isla que estaba al otro lado de Maputo la capital de Mozambique. había que cruzar en una embarcación de aquellas que cabían alrededor de unos 50 pasajeros, el movimiento era tan fuerte que toda la primera fila iba vomitando. El viaje fue una aventura inigualable, de pronto llegamos a la mitad del mar y nos comunicaron que teníamos que bajar y subirnos a una BALSA, lo cual accedimos, ¡esta se movía de arriba abajo y tuvimos que saltar para bajar de ella! Así fuimos descendiendo de uno en uno, éramos varios hermanos y mis padres.
Luego de esperar un tiempo moderado, nos subimos a unos barquitos, un hombre remaba y remaba sin pausa y otro con un balde sacaba el agua que ingresaba a este. yo Tenía sólo 10 años y dije en voz alta: “No quiero morir tan joven!” a lo cual la embarcación completa estalló en risas en contra mi pequeña humanidad, Se reían de mi persona, de la pequeña niña y su travesía que jamás podría olvidar. Lo peor aún estaba por venir. ¿No sería ya suficiente aventura? ¿Cuándo llegaríamos al hotel? De pronto el barco no avanzó más, los remos tocaron fondo, pero aún había mucha agua, todos nos bajamos CAMINANDO por este imponente océano hacia la orilla como verdaderos náufragos.
Íbamos con los bolsos encima de nuestras cabezas para que no se nos mojaran. Concentrada en avanzar por esas aguas tibias, como iba con mis zapatos puestos no me daba tanto temor ir pisando el suelo del mar, era bastante plano, no como en Chile que sabes que si avanzas te encontrarás con algún acantilado en la costa.
Ya estaba de vuelta en mi país y esos recuerdos de viajes de infancia en África e incluso el recuerdo de los días después del terremoto se quedaron grabados en mi memoria para siempre. El tiempo sigue su curso, es aquel que no se detiene ni da tregua, es mi espejo interno, es aquel que en el día a día me lo sigue revelando.
Ya habían pasado más de un año desde mi regreso a casa y atrás quedaron esos imborrables recuerdos, esas caras oscuras con sonrisas blancas de par en par, todos esos caminos recorridos de tierra fértil, siembras verdes, frutos jugosos y delicias del mar que se quedaban como imágenes en movimiento en mi retina. El pelo mecido con el viento de la ventana abierta del auto, un sol radiante y un aire fresco me envolvían, sabía que ese momento más adelante sería solamente un recuerdo inmemorable en la bitácora de mi vida.
Luego, al subirnos al carro y si estamos atentos, veremos cómo se vislumbran los caminos y laten hacia la inmensidad. Tomamos diferentes medios de transporte que nos llevan a parajes recónditos en nuestro caminar, como historias de películas e imágenes incandescentes que se inmiscuyen en los aciertos y desaciertos de la vida.
El vehículo africano llamado machibombo representa la humildad y la paciencia de aquel hombre que recorre el camino con dificultad.
El imponente avión que nos trajo de vuelta a nuestro hogar representa la modernidad del hombre actual en todo su esplendor.
La barca construida pacientemente por el artesano nos da a entender que el agua, fuente de vida representada por esta barcaza nos permite navegar hacia nuestras propias emociones.
Los pies que es nuestro vehículo más perfecto representan ese gran viaje que comienza con un sólo paso hacia quien sabe dónde.
Todos estos vehículos de vida llegarán algún día a destino sin importar cuánto se han demorado.
Siempre respeta al que viene tras de ti y aprende de aquel que ya ha recorrido el camino.
EXTRACTO DEL LIBRO RELATOS DE LUZ DESDE EL ASTRAL.
EL RELATO DE LA AUTORA KATHERINE STEHBERG LIBERMAN LLAMADO BITÁCORA DE VIAJE CORRESPONDE AL ÚNICO DE ESTOS ESCRITOS DE RELATOS DE LUZ QUE NO LLEGA DIRECTO DESDE EL ASTRAL POR EL MAESTRO ESPIRITUAL.
HEMOS CONSIDERADO AGREGARLO A ESTE LIBRO LLAMADO RELATOS DE LUZ POR SU GRAN APORTE ESPIRITUAL Y DE ALGUNA MANERA ENTENDER LOS DIFERENTES CAMINOS ESPIRITUALES QUE DEBEMOS SEGUIR PARA QUIENES LEEN ESTA PAGINA, ESPERO LO COMPARTAN.