Corría el año 1942 y en medio de un holocausto de terror y fuego, Nikolái fallece en batalla llegando al mundo espiritual.
Este joven siempre se caracterizó por ser un hermano de sonrisa fácil y de muy buenos modales, por esto mismo no le costó mucho adaptarse a su nueva vida en el mundo espiritual.
En el astral todo lo vas ganando de acuerdo con tus acciones, por lo mismo un día Nikolái es autorizado a visitar la tierra y me refiero espiritualmente, para observar cuanto había cambiado desde que él la dejó.
Es así como en el año 2018 emprendió un gran viaje.
El mundo espiritual te permite bajo ciertas circunstancias visitar el plano terreno, pero como observador.
Cuando regresó, sus hermanos espirituales estaban ansiosos de saber que había visto.
-Nikolái cuéntanos por favor, ¿Qué viste en la tierra actual?
-Hermanos- dijo Nikolái…
HERMANO ENVIADO
Los humanos siguen siendo iguales en su aspecto, eso sí más altos, pero también más obesos.
Han cambiado su forma de vestir y el color de sus cabellos.
Aunque no lo crean, vi que las mujeres usaban pantalones como nosotros.
También muchas se cortaban su cabello igual que los varones.
Vi grandes construcciones que les llamaban edificios, todos con pequeñas ventanitas que encandilaban los ojos y que tapaban el sol a otras viviendas más pequeñas.
Vi hombres corriendo, vi apuro, vi desconfianza y sólo algunos pequeños focos de luz humana en el camino.
Vi odio, envidia, y sólo algunas pocas gotas de amor.
Vi grandes estructuras donde cientos de hermanos compran atraídos por la elegancia y el impresionante brillo, sin embargo no sé porque… sus ojos mostraban tristeza.
Vi grandes calles, todas iluminadas con muchos vehículos circulando, como así también vi mucho aire contaminado en los pulmones de todos.
Desde arriba estos hermanos se veían como hormigas, pero todos en distintas direcciones y cada cual en sus propios pensamientos.
Casi no vi tierra, pues estaba casi toda cubierta de cemento.
Vi también como muchas personas cambiaban las plantas y las flores por unas idénticas pero de material plástico.
Vi miles de casas, cada cual con distintos colores, pero vi muy pocos hogares.
Vi muchos hombres gritando por su religión pero muy pocos escuchando el mensaje.
Vi que ponían imágenes de muerte en cajas de cigarros, pero no hacían lo mismo con las botellas de licor.
Vi como los matrimonios reemplazaban a los hijos por mascotas.
También vi muchas mascotas con hermosos trajes y en contraste niños hambrientos con pies descalzos.
Hablaban mucho de que habían llegado a la luna y que llegarían a Marte, pero ninguno era capaz de llegar siquiera a la puerta de su vecino y decirle, “Dios lo bendiga a usted y su familia.”
Vi casas con más rejas que los campos de concentración donde estuve.
Vi como padres e hijos se faltaban el respeto.
También vi como los jóvenes se aislaban del mundo poniendo algo en sus oídos y unos aparatitos brillantes en sus manos.
Vi muchos hombres con carteles gritando libertad, sin embargo no se daban cuenta que sus emociones los tenían prisioneros.
Vi mujeres gritando en la calle igualdad, aborto, eutanasia.
Vi como hombres lujosamente vestidos se tomaban el derecho de decidir por una vida, sin saber que el único que tiene la potestad es el Creador.
Vi grandes hospitales, brillantes salas, pero salud muy poca.
Vi también que hombres y mujeres trabajaban todo el día dejando el cuidado y la educación de sus hijos a una dama de blanco.
Vi como niños entraban a lugares donde había comida, pero está comida no alimentaba y los enfermaba.
Vi como hermanos se jactaban que tenían armas que podían destruir el planeta completo, sin saber que somos sólo un punto imperceptible en el cosmos.
Vi como extrañamente el hombre más viejo tenía menos valor que el más joven.
Vi como ya las familias no cenaban juntos, cada uno en sus piezas y con esos aparatitos en sus manos.
Vi grandes terremotos, pero definitivamente vi más ruina en el corazón de los hombres.
Vi como el país de las cincuenta estrellas preparaba astronautas y soldados para combatir a sus propios hermanos desde el espacio.
Vi como la mayoría decía no creer en Dios.
La verdad hermanos que no me gustó lo que vi… quiero regresar.
DESDE EL ASTRAL POR UN MAESTRO DE LUZ MEDIANTE EL MÉDIUM T DESDE CHILE