Descripción del producto
Reseña del editor
Como la cantidad de mensajes recibidos en este tiempo de trabajo superan ya las 1.500 hojas, hemos decidido junto a mi hermano y Katherine ordenar el material de estudio en una serie de libros para así facilitar el aprendizaje.Hacemos notar que siempre nos llamó la atención y al mismo tiempo nos agradó enormemente el lenguaje claro, directo y didáctico del maestro y pesar de que nunca nos dio su nombre, a nosotros personalmente no nos causó mayor inquietud. Cuando entregamos los primeros escritos más de algún hermano nos preguntó: ¿Pero cómo se llama?Cuando le consultamos al maestro por su nombre respondió lo siguiente:DAR UN NOMBRE A UNA PERSONA, es muy de humanos, desde pequeños cuando estábamos encarnados nos fuimos familiarizando con distintos amiguitos los cuales tenían un nombre.Desde antaño el hombre se acostumbró a poner nombre a todo, a las personas, a los objetos e incluso a los sentimientos.Cuando tú le das un nombre a algo sólo lo estas identificando, pero no lo estás conociendo.
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