Los entendidos en Astrología, sabemos que Urano es un planeta muy especial. Gracias a su fuerza y energía estrepitosas, hemos experimentado cambios y transformaciones históricas profundas, globales, sorpresivas y sorprendentes… revoluciones, rebeliones, y todo lo que pueda significar “Liberación” (Por ejemplo, la Revolución Hippie de la década del 60).
Es por esto que, a veces, puede parecernos que las personas de signo solar Acuario (Regido por Urano), tienen algo o mucho de liberales y sorpresivas, algo poco común…, una actitud o conducta que a veces irrumpe con fuerza, tendiendo a liberar o arrasar con todo lo que esté muy encasillado, atado, anudado, encadenado, o tensionado por creencias pasadas.
Entonces, podemos referirnos a las personas de signo Acuario, como aquéllas de mente abierta a los cambios y transformaciones radicales, pero que no están por los cambios sólo por el afán de cambiar, sino porque tienen una “Visión” distinta, más amplia, que va más allá de lo cotidiano, y del aquí y ahora, y que tiende a proyectarse hacia el futuro, “visionando” el horizonte próximo.
De esta forma, sí podemos alegrarnos de la existencia de Urano, ya que, gracias a su energía liberadora y estrepitosa, históricamente hemos podido liberarnos de ataduras y normativas sociales y culturales, que ya iban quedando obsoletas, junto con el devenir de la modernidad y las nuevas generaciones.
Asimismo, podemos agradecer a la energía de Urano, y a su “espíritu visionario”, por estar presentes en el desarrollo de la misma Astrología, y hacer posible, el conocimiento y redescubrimiento, cada vez mayores, de la relevancia de esta Ciencia Astrológica, como una disciplina que desvela ciertos mantos ocultos e inconscientes, permitiendo a las personas, justamente, experimentar un gradual “proceso de liberación”.
Más aún, hoy, globalmente, tenemos la oportunidad universal de darle la bienvenida a esta nueva “Era de Acuario”, que, con Urano a la cabeza, desde hace algún tiempo, nos viene enfrentando con cambios y transformaciones de toda índole, cada vez más repentinos y frecuentes… sin embargo, generalmente “liberadores”.
Escrito por: Marcela Freire (Terapeuta)
